Principe Vulturi - Cap X

 

Capítulo X: Nueva familia.

Nos quedamos allí, sentados en el mismo sitio, abrazados uno junto al otro no se por cuánto tiempo.

Victoria descansaba su cabeza contra mi pecho  mientras se imaginaba escenas de una familia que a pesar de todos los inconvenientes y adversidades a las que se enfrentaban a diario siempre agradecían por lo que tenían y eran muy felices. Me recordaba la pequeña casa de la pradera, Laura mientras corría entre los campos pero en su lugar corría Victoria con Bella en brazos, se me escapo una pequeña risita.

Cuando por fin me libre de la miniserie que se desarrollaba en la cabeza de mi compañera mi mente divagaba entre los recuerdos y las imágenes sobre un futuro desconocido fuera de la fortaleza, en fin mi propia serie de televisión algo más parecida a Los simpsons. Volví a reírme ahora más alto.

Extrañaría a mi padre de eso no cabía duda pero la expectativa por comenzar esta nueva aventura junto a mi pequeña familia era fascinante.

Victoria fue la que quiso regresar ya extrañaba mucho a Bella.

Caminamos hacia la cabaña para limpiar el desastre que habíamos dejado, debíamos matarlos si no queríamos que se completara la transformación estaba seguro de que la rubia también estaría cambiando pues su corazón aún latía cuando la solté para salir tras Victoria.

-      Yo me encargare de todo Vicky – le asegure cuando llegábamos al sitio – si quieres continua y nos vemos en la fortaleza-

-      Me quedaré contigo, yo he causado todo esto y es mi responsabilidad remediar lo que pueda – apreté su  mano que estaba entrelazada con la mía para mostrarle mi apoyo.

-      ¿Estás  segura? – ella asintió - Entonces comencemos –

Se me hizo algo extraño el silencio con el que nos encontramos pero ni por asomo se me ocurrió lo que teníamos ante nosotros.

Ambos cuerpos se encontraban uno junto al otro convulsionando tal como debía ser lo único fuera de lugar era el hecho de que en lugar de gritar se encontraban entrelazados uno con otro y controlaban sus gritos para no hacer sufrir al otro.

A pesar de la agonía por la que debían estar pasando solo se preocupaban el uno por el otro.

Definitivamente, lo había visto con mis propios ojos, el amor era capaz de cruzar cualquier barrera.

Tenían los ojos tan apretados por el dolor que no notaron nuestra presencia, me agache junto a los “cuerpos” para poner fin a su agonía y a la de Victoria que no hacía otra cosa que compadecerlos en sus pensamientos.

Me disponía a romperle el cuello al hombre cuando la mano de la chica se aferró con todas sus fuerzas alrededor de mi muñeca tratando desesperadamente de alejarme de él.

¿Se olvidaba de su propio dolor solo por defender la existencia de su amado? Aquella escena era realmente lastimosa y no le daría más largas.

-      ¿No hay nada que podamos hacer por ellos? – pregunto Victoria desesperada – me siento tan culpable por su sufrimiento – sollozaba y me partía el corazón, por así decirlo, honestamente me había convertido en un blandengue llorón desde que ella estaba conmigo.

-      Debo matarlos para detener la transformación Vicky, es la única manera de evitar que se conviertan en vampiros como nosotros – le aseguré volviendo a colocar las manos alrededor del cuello del desafortunado hombre.

-      Nooo… por fa…vor no – la voz entrecortada de la mujer moribunda era apenas audible – mate…me a mí se lo… suplico. Déjelo… -

-      Ya te tocara a ti querida – le aseguré sínicamente antes de continuar.

-      Edward dejémoslos vivir – suplico Victoria aferrándome de la misma muñeca que la mujer.

-      ¿Estás segura Vicky? – le pregunte algo fuera de control ya y suspire audiblemente – haremos lo que quieras –

Bueno pero quien entiende a las mujeres. Que si no quiero que sean monstruos como yo, que si no los mates o sea decídete mujer.

-      ¿Podemos llevarlos con nosotros hasta que termine la transformación? – comencé a notar un extraño entusiasmo en su voz – ellos podrían ser parte de nuestra nueva familia -  imaginaba como ella y la mujer podrían ser amigas, como hermanas, mientras el hombre y yo aprendíamos a ser grandes compañeros ahora a lo Friends. Su mente a veces era peor que la de una niña pequeña y debíamos dejar de ver tanta televisión por el bien de los dos.

-      Se hará lo que me pidas amor – solté resignado – pero debes decidirte de una vez – suplique.

De regreso a la fortaleza no hacía más que pensar en el montón de explicaciones que me tocaría dar, de nuevo.

“Definitivamente este se ha convertido en tu nuevo hobbie Edward. Tu dedicación a la recolección, cuidado y protección de criaturas abandonadas es muy loable”  los pensamientos de Demetri estaban cargados de cinismo pero sobre todo de burla. Quería sacarme de mis casillas y estuvo por lograrlo pero en estos momentos prefería mantener mi mente alejada de sus tonterías y completamente enfocada en lo que me tocaba enfrentar.

Lo ideal sería dejar a los nuevos inquilinos en las mazmorras y reunirme con mi padre para dar las explicaciones del caso pero definitivamente nada había salido como yo lo había planeado el día de hoy porque esto debería ser distinto.

El primero en cruzarse en nuestro camino, con falsa cara de muy pocos amigos no podía ser otro que mi padre.

“¿es que te enamoraste de estos dos también?” se burlo entre sus pensamientos.

-      ¿También tu? – espete amargamente y le escuche reírse a mis espaldas.

La verdad es que lo sucedido hoy no tenía nada de extraordinario, era más bien como el protocolo a seguir en estos casos.

No podíamos dejar a nadie transformándose abandonado era algo totalmente inaceptable, el asunto aquí era de otro tipo, primero no debimos descuidarnos como para que aquello sucediera y en segundo lugar estaban los experimentos que pensaba llevar a cabo Victoria en su afán de sobrevivir sin asesinar, en su mente no era fácil distinguir entre el Dr. Jekyll y Mr. Hide.

Nada de eso era lo que me preocupaba realmente, mi verdadera inquietud se reducía solo al momento en que mi padre leyera en nuestras mentes la conversación que Victoria y yo habíamos tenido sobre marcharnos y llevarnos a Bella, todo eso sería muy doloroso para él y ese preciso toque sería la cereza del pastel.

Mi padre comenzaba a preocuparse por el distanciamiento que me había visto obligado a mantener solo por darme tiempo para prepararme para lo inevitable.

La escusa de vigilar a los recién llegados era perfecta y Victoria y yo nos turnábamos entre ellos y Bella, nada de tenerlos juntos que va, pero no duraría mucho tiempo.

Tan pronto como los neófitos iniciaran su entrenamiento y comenzaran los experimentos de Victoria con ellos yo tendría mucho más tiempo libre y menos escusas para evitarlo.

En cuanto la transformación se completo conocimos a nuestros huéspedes.

La aún temblorosa y evidentemente desorientada chica nos miraba arrinconada en una esquina de la mazmorra  colgada del brazo del chico, que sentía más curiosidad que cualquier otra cosa, eran inseparables como si estuviesen pegados con cola.

-      Hola ¿Cómo te llamas? – preguntaba Victoria como si hablase con un niño pequeño – yo soy Victoria y el es mi compañero Edward. Lamentamos mucho todo lo que ha sucedido pero estamos aquí para ayudarles en cuanto podamos – Victoria seguía sonriéndoles y al principio ellos la miraban sin decir ni una palabra, no entendían bien lo que les había sucedido y se estaban acostumbrando a sus nuevas habilidades.

-      Creo que lo mejor será dejarlos solos un poco más Vicky, cuando se sientan preparados hablaran con nosotros – o querrán matarnos cuando sepan lo sucedido.

-      Tienes razón Edward, regresaremos luego para hablar con ustedes – Victoria les hablaba despacio y mirándolos directamente como si fueran incapaces de entenderla si lo hacía de otra manera.

-      No hace tanto que pasaste por eso, deberías recordar un poco como te sentiste eso te sería de gran ayuda con ellos – Victoria asintió pensativa al perderse en sus recuerdos sobre esa vivencia en particular.

Un rostro que pocas veces me había dejado ver en su mente apareció para atormentarla pero se controlo haciéndolo desaparecer de inmediato, su creador quien despertaba emociones muy ambiguas en mi me miraba desde sus recuerdos. Le agradecía por tenerla a mi lado pero le aborrecía por haberla hecho sufrir.

“¿Qué es lo que te esfuerzas tanto en ocultarme Edward Anthony?” los pensamientos de mi padre que nos esperaba fuera de las mazmorras me tomaron por sorpresa. “Será  mejor que hablemos un rato hijo mío, te conozco demasiado bien y sé que algo te pasa”.

-      Victoria déjame a solas con mi padre – le pedí mientras tomaba la mano de mi padre con la mía para comenzar con lo que tanto había evitado. Ella se despidió con un gesto de cabeza y nos dejo solos.

-      Creo que siempre supe que esta mujer sería la causa de nuestra separación pero debo admitir que estaba convencido de que ella se había adaptado bien y nada cambiaría entre nosotros – mi padre se mostro desolado en cuanto termino de escudriñar entre mis recuerdos de lo sucedido aquella noche.

-      Nada ha cambiado entre nosotros, tu siempre serás más que un padre para mí y yo seré tu hijo no importa donde nos vayam0s a vivir – le asegure afligido al ver su gran tristeza – debes intentar comprendernos y ser objetivo con todo esto, además siempre podremos regresar de visita y tu podrás ir a vernos – pero por supuesto pensé poniendo los ojos en blanco, seriamos una familia completamente humana y normal, ni yo mismo me creía las estupideces que decía pero debía intentar hacerlo sentir algo mejor.

-      No estoy de acuerdo con esto Edward, no quiero que se alejen de mi ni Bella ni tú, ni siquiera quisiera dejar de ver a Victoria. Es mi última palabra por el momento. Tratare de ver la situación con un poco más de objetividad como me lo pides pero no prometo nada –

-      Te lo agradezco padre, ya volveremos a hablar de esto llegado el momento – lo mire alejarse de mi luchando por no dejarme ver en su mente nada más.

Victoria había regresado a las mazmorras y fue bastante agradable para mi encontrarla completamente sumergida en una conversación con la chica rubia.

-      … seguramente serias capaz de destrozar la mesa si lo intentas – le aseguraba a su interlocutora – de verdad tienes tanta fuerza como yo – les había mostrado sus poderes.

-      Wow amor esto es increíble, puedo escuchar conversaciones muy lejos de aquí, incluso los movimientos de los ratones detrás de las paredes son fáciles de distinguir con estos súper oídos – el chico parecía disfrutar de sus descubrimientos aunque la chica lo miraba con desconfianza, no hacia el sino por las cosas que decía.

-      ¡Oh! Edward has regresado – Vicky se acerco a mí y me halo hacia ellos sonriente – permíteme presentarlos ellos son Rosalie y Emmett Mc Carty acababan de casarse – añadió esto con dejo de tristeza en su voz.

Bueno mis amores al fin estoy de regreso con ustedes, discúlpenme por estar tanto tiempo sin actualizar pero me fue imposible hacerlo antes y cuando al fin tuve tiempo mi musa no se mostro nada colaboradora.

Espero le guste y estar actualizando como de costumbre de ahora en más.

L@s quiero mucho.