Capítulo XI: Controlándome.
Las
semanas pasaban rápidamente en compañía de Emmett y Rose. Al parecer las
fantasías de Victoria se estaban haciendo realidad y comenzábamos a parecer una
familia.
Durante
el día los manteníamos ocupados con entrenamientos y actividades para que
conocieran y controlaran mejor sus nuevas habilidades. Por las noches debíamos agradecer
el no necesitar dormir, como hacían ruido esos dos manteniéndose ocupados entre
ellos.
Aprendían
a luchar y a defenderse, los entrenamientos de lucha cuerpo a cuerpo con Félix
y Demetri eran los que yo más disfrutaba, Emmett que de por si debió haber sido
fuerte cuando era humano, ahora con la fuerza de un neófito era invencible lo
que terminaba por dejar a mis amigos adoloridos y frustrados.
Para
ser neófitos estos chicos habían logrado controlarse de manera asombrosa,
definitivamente el estar pasando por todo esto juntos era beneficioso para
ellos y mi compañera hacia cuanto estaba en sus manos para hacerles todo más
llevadero.
Luego
de unos cuantos meses aún no conocían a Bella, quien por cierto ya hablaba
bastante claro y tenía todos sus dientes de leche, eso si nos ponía realmente
nerviosos, pero habían tenido contacto con el personal humano y se habían
comportado de maravilla por lo que se les había permitido salir bajo
supervisión e incluso Emmett nos había acompañado para la limpieza de algunos
ataques de neófitos en las cercanías de la ciudad.
En
cuanto a mi vida en pareja honestamente no estaba muy contento con las últimas
ocurrencias de Vicky, sobre todo con las alimenticias, una mañana tuvo una epifanía
sobre vampiros pacíficos y termino consiguiendo bolsas de los bancos de sangre
de las ciudades vecinas, con fondos ilimitados se puede comprar de todo, y con
eso los alimentábamos a ellos y por supuesto también a nosotros.
Todos
estos cambios lograron apaciguar un poco la conciencia de Victoria y había
dejado de lado, al menos temporalmente, la idea de marcharnos. Solo cuando
Heidi regresaba con una buena pesca las cosas se me complicaban con ella.
Después de mucho negociar se me concedió una segunda tregua temporal al lograr
que no se incluyeran niños entre las víctimas, lo que termino por causar más
descontento en los ya de por si nada felices vampiros de nuestro aquelarre pues
a pesar de no tener por costumbre beber de niños había probado su sangre un par
de veces y era algo realmente suculento, se sentía limpia y pura, tan
refrescante como para los humanos beber agua mineral.
Bueno
al menos mataba dos pájaros de un tiro, mi padre también estaba más calmado y
aunque no perdía oportunidad para meterme el dedo en la llaga en lo referente a
nuestra nueva dieta, aceptaría de buena gana beber un par de bolsas con tal de
no verse en la obligación de separarse de nosotros.
Alec
disfrutaba la situación más que nadie, “el principito tomando de su botellita”
repetía mentalmente cada vez que tenía la desdicha de toparme con él en la fortaleza.
Demetri
y Félix por su parte eran un verdadero tormento, recreaban las escenas de sus
cacerías una y otra vez cada que los tenía cerca, por supuesto en las prácticas
de lucha me esforzaba por destrozarlos para recuperar algo de la dignidad
perdida.
Al
principio no me pareció la gran cosa e incluso me resultaba de lo más cómodo
tomar una bolsa de la nevera calentarla un poco y tomarla, sin gritos o lucha,
aunque también sin adrenalina.
A
la larga eso fue lo primero que extrañe, la emoción de la cacería, la lucha
infructífera de mis victimas por mantener la vida, las miradas llenas de
terror, el latido de los corazones mientras bajaban su ritmo hasta detenerse
por completo.
Comenzaba
a enloquecer, estaba irritable y bastante agresivo todo el tiempo.
- Ya no lo soporto – prácticamente le
grite a mi padre, estaba a un paso de perder el control.
- Ya me parecía que lo habías aguantado por
demasiado tiempo –
- No sé qué hacer, Victoria se ha
obsesionado con esto de los cambios, cada vez se me hace más intolerable. Entiendo
de primera mano lo que sienten los
adictos – caminaba de un lado a otro golpeando todo a mi paso.
- Primero deja de romper todo, acabaras
con toda la decoración del estudio y, aunque no me importa mucho, Sulpicia me atormentaría
más aún de lo que Victoria te atormenta a ti con la “nueva dieta” – decía
aquello moviendo los dedos para marcar comillas en el aire lo que me hizo reír
un poco y luego levanto los restos de un busto que acababa de hacer añicos de
un golpe - Segundo debes tomar una decisión al respecto, o la enfrentas o la
engañas pero debes retomar el control de las cosas aquí, debo admitir que me parece
increíble que mi heredero se deje poner bozal y correa por estar enamorado de
una vampiresa caprichosa e inconforme –
- No todos nos adaptamos a esta “vida” de
la misma forma – refute disgustado imitando su gesto anterior al hacer comillas
con los dedos en el aire.
- Permíteme recordarte que tu parecías
disfrutarla cada segundo hasta que Victoria llego a imponerte sus locuras – por
un segundo me olvide de mis argumentos y casi me revuelco en el suelo sofocado en
carcajadas, Aro siempre había sido un ser controlado, para nada emocional, pero
ahora lo veía caminando de un lado a otro moviendo las manos sin parar como un padre
histérico tratando de hacer entender a su hijo adolescente lo grave de la
situación – yo también estoy un poco harto de sus caprichitos y me refiero a
los de ambos, bueno la pequeña Bella ha sido una dicha y los neófitos son de
ayuda para mantenerla ocupada, pero la dieta, el querer cambiar nuestra
naturaleza y esa tamaña estupidez de querer marcharse porque ni creas que no lo
sé, tenían intensiones de escaparse y no te atrevas a negármelo. Esto es
demasiado para mí…-
En
cuanto enfoco su mirada de nuevo en mí y leyó la expresión en mi rostro ambos
soltamos tremendas carcajadas.
- Creo que estabas a punto de un ataque de
ansiedad mi queridísimo padre –
-
Ves
a lo que me has hecho llegar pequeño caprichudo e insolente – me contesto
dejándose caer en una silla con un gesto algo teatral debo agregar – es que si
pudiera tener canas ya mi cabello sería completamente blanco y todo por tu
culpa –
-
No quisiera
tener que mentirle, Victoria y Bella se han convertido en lo más importante
para mí en la vida y no soporto la idea de contrariarla pues aunque no me lo
diga no es capaz de ocultarme sus pensamientos lo que es muchísimo peor. Algunas
veces detesto este maldito don – concluí
golpeando suavemente el brazo de la silla donde me disponía a sentarme o al
menos eso creí pues un fuerte crujido precedió al trozo de madera que salió disparado
hacia el rostro de mi padre.
No
le fue nada difícil esquivarlo y miro la ahora estropeada silla con cara de
pocos amigos.
La
conversación con mi padre logro su objetivo principal, termine relajándome un
poco por lo que pude resistir algo más la locura en la que se había convertido
mi existencia.
Era
hora de hacerle frente a Victoria y en cuanto Bella se fuese a la cama le diría
la verdad, esta situación era intolerable y le pondría punto final.
Bella jugaba con unas muñecas que la misma
Sulpicia le había mandado a traer de Roma, sabrá Dios cuantas habrá pedido pues
cada vez que Bella apenas ensuciaba un poco alguna tenía una nueva en la mano
para la mañana siguiente.
- Podrías buscar la almohada de Bella - pidió
Victoria en cuanto entre a la recamara y la vi sentada en el piso junto a Bella
y un montón de juguetes - está en la habitación, puedo olerla pero no me ha
dejado moverme a buscarla – La “mamoada
azu” como solía llamarle Bella, era de felpa azul claro con dibujos de una
caricatura al frente y definitivamente era su almohada favorita, se la había
comprado la segunda semana que la tuvimos y desde ese entonces eran
inseparables – sabes que no puede dormir sin ella y en un rato será hora de
llevarla a la cama -
- Si
querida – le asegure imitando la usanza de un viejo programa de
televisión –
No
me fue nada difícil encontrarla debajo de la cómoda, el olor de Bella seguía
siendo demasiado apetitoso para mí y aunque había controlado casi por completo
la tentación de beber de ella me tomaba una bolsa siempre antes de venir a
verla, el hecho de perderla por una estupidez mía me era demasiado
insoportable.
Aquella
noche solo fue diferente de las anteriores en un aspecto, busque la almohada y
me dispuse a llevársela antes de beber la sangre.
- Aquí está la almohada - le dije a
Victoria extendiéndosela mientras observaba a Bella jugar a la comidita con un
vajillita que le había obsequiado Atenodora.
- Creo que no estaría demás hacer que la
lavasen, está bastante sucia – refunfuño haciéndome fijar de nuevo la mirada en
el maltratado objeto.
- No mama - grito Bella molesta – no lava la mamuada – se
levanto y se le arrebato de las manos – papá Ewal - nunca un nombre mal
pronunciado había sonado tan glorioso como en los labios de mi pequeña - dile
no lave mi mamuada - corrió hacia mí con
los brazos abiertos mientras arrastraba su almohada tan rápido como podía para
salvarla del cruel destino de ser lavada.
Era
toda una tragicomedia ver sus reacciones cada vez que se intentaba lavar su
almohada y recordaba claramente lo furiosa que se puso la única vez que
Victoria cumplió con tan horrible amenaza.
Los
niños viven en un mundo tan maravilloso sin tener idea de lo que puede suceder
a su alrededor.
- Nadie lavara tu mamuada mi peque – le
asegure tendiéndole los brazos para consolarla -
Bella
salto a mis brazos con la dichosa
almohada entre los dos para protegerla de Victoria quien se había levantado
para corretearla juguetonamente.
Enrollo
sus bracitos alrededor de mi cuello y recostó su cabecita en mi hombro, dejando
su cuello completamente a merced de mi boca.
Eran
momentos de gran agonía para mí y esa noche estaba un poco más sediento de lo
normal por lo que me parecía aun más doloroso el ardor en la garganta.
Pero
la simple idea de perder a mi pequeña familia me destrozaba por lo que estaba
completamente seguro de que jamás la lastimaría y menos aun permitiría que
nadie más le hiciese daño.
- Lleveme el palque papi – pidió suplicante
levantando su rostro para mirarme con ojos de cachorrito abandonado, que
manipuladora se había vuelto esta niña a tan corta edad, sabía perfectamente
que era incapaz de resistirme a esa miradita suya. Aro, como cualquier abuelo
primerizo perdió por completo la razón y le había regalado a Bella en su
primera navidad con nosotros un parque entero, el cual instalaron en uno de los
jardines laterales de la fortaleza.
- Nada de parque Señorita – refunfuño Vicky
haciéndole cosquillas – ya te bañaste y debes irte a la cama en unos minutos -
- Mami pol favol – suplico de nuevo
dejando escapar un pequeño sollozo antes de aplicarle la misma táctica que a mí
–
- Mami por favor – sume mis suplicas a las
de mi hija e intente imitar la mirada en sus ojos.
- De verdad es difícil creer que no la
engendraste Edward Cullen – Victoria nos miraba como madre resignada antes de
agregar – está bien, llévala pero solo un ratito ¿Entendido Isabella? –
- Si mami – le respondió entusiasmada
antes de besarla en la mejilla para luego comenzar a moverse entre mis brazos
intentando liberarse de mi agarre.
Apenas
la coloque en el suelo me tomo de la mano y comenzó a halarme con todas sus
fuerzas.
- Mamo papi, mamo –
- Calma peque vas a arrancarme la mano – dije
riendo.
Corrimos
a su máxima velocidad, con su mamuada arrastrando junto a nosotros y se negaba
a dejarme levantarla, hasta llegar al jardín de Bella como lo había bautizado
mi padre. Todas las excentricidades gigantescas que su familia adoptiva de
vampiros le había comprado estaban allí.
Triciclos
de distintos tamaños, bicicletas y varias miniaturas, con miniatura quiero
decir en los que ella cabía perfectamente y podía utilizar, de autos para niños
solo que de diseño exclusivo y de marcas como Volkswagen, Porsche y Citroën, incluso
tenía su propio Ferrari testa rossa. Pero quien podía culparlos, o es que acaso
se conoce en la historia de vampiros criando niños huérfanos. Creo que una de
las principales razones es la capacidad infinita de consentir que podíamos desarrollar.
Atenodora
había diseñado ella misma y mandado a construir una mansión a escala, de dos
pisos por supuesto, como su casa de juego y con la ayuda de Sulpicia la habían decorado
por completo a lo Luis XV, claro con replicas en miniatura exactas de los muebles
originales que debían existir en algún rincón de la fortaleza.
Dudo
mucho que algún otro niño en el mundo tuviese tantas cosas como Bella a menos
que se apellidase Trump o Gates.
Luego
de unos veinte minutos ya llevaba cinco pidiéndole a Bella que se bajara del
castillo inflable para poder volver a la recamara.
- Un potito ma papi – insistía dando
brincos de un lado a otro y yo cedía en un círculo vicioso interminable.
De
pronto me di cuenta de que alguien nos miraba desde uno de los accesos al jardín.
Emmett
y Rosalie se encontraban de pie con intensiones de salir cuando notaron nuestra
presencia, seguramente estaban manteniendo ocupadas sus bocas ellos mismos y
demasiado distraídos para darse cuenta de que estábamos allí.
En cuanto note como Rosalie miraba a
Bella mi cuerpo se tenso pero todo sucedió tan rápido que no fui capaz de
reaccionar a tiempo.
Hola mis amores, por fin actualice su tan adorado Príncipe, ojala
disfruten este capi tanto como yo me reí al escribirlo. ¿Esta Bella es única no
creen?
Espero que les guste la nueva apariencia del blog, sinceramente a
mi me encanta pero claro que me tiene que gustar, soy la madre de la criatura
jajajajajaja.
Espero sus comentarios y quiero muchos para inspirarme y subir capi
del otro lado de la luna este domingo.
L@s quiero muchísimo,
6 comentarios:
Bueno, bueno que alegría de volver a leer príncipe Vulturi espero que ya empieces también rayitos de sol y el otro lado de la luna.
Muchos besos Gaby
GISSELLA
cHICA ESTA PADRICIMO, YA ME HACIA FALTA ESTE PRINCIPITO, YO TAMBIEN ANELO RAYITOS DE SOL Y EL OTRO LADO DE LA LUNA.
cUIDATE NENA Y SIGUE ASI.
gRACIAS POR TU ESFUERZO
(plus que ma prepro vie)
me encantoooo ambas cosas por fin pude entrar jajajaj
Quedó super bien la página. Me diste un susto tremendo cuando no podía entrar y necesitaba invitación. Gracias a Dios que no duró mucho. Nos seguimos leyendo.
OOO Gaby mil gracias por volver !!Estoy mas que contenta,¿sabes lo feliz que me haces al saber que retomas los capis y asi vuelves a escribir?..Creo que no jaj xD Estoy muy contenta y esto tambien se lo debo al capitulo de hoy jaj ..me re gusto estoy re feliz y me rei mucho ..verlo a Aro histerico fue algo que no me lo esperaba pero de solo imaginarlo simplement me da mucha risa jaj xD ..El capi siempre muy completo,bien detallado y por dios cada vez escribes mejor gaby!!..Mis Felicitaciones!!xP
Me dejaste con mucha intriga al final ..pero se que (espero xD) q no pase nada..=D Ok hermosaa nos leemos y bienvenida de nuevo!!te re quiero amigaa !!abrazos y mucha inspiracion para el proximo capitulo y para los de los otros fics que tammbien amo!! jaja xD
LAP
Encontré este blog hoy mismo y me puse a devorarlo. Me apasionó esta historia, pero no me puedo creer que Rose vaya a hacerle algo a Bella, por lo que, por favor, no nos dejes con la intriga mucho tiempo y sube rápido, porque podría morir de un ataque al corazón con la angustia.
Voy a empezar a leer las otras historias y ya te cuento.
Besos mil y me verás mucho por aquí (casi que suena a amenaza, no?
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