Capítulo
V: ¿Cómo te olvido?
-
Edward POV -
Había
vagado alrededor de todo el mundo arrastrando a mi familia tras de mí por nueve
años, se habían negado a separarse de mí, tenían miedo de que hallará la forma
de acabar con mi miserable existencia.
Después
de recorrer toda Europa y la mitad de América Latina por fin me había dado por
vencido y sobre todo no podía seguir haciendo sufrir a mas de los que amaba, a
mi familia.
Incluso
Rosalie se veía realmente afectada por mi estado y se había acercado a mí en
múltiples oportunidades buscando alguna forma de consolarme muy a su manera
claro está. Saber que a pesar de lo mucho que le costaba mostrar su lado
compasivo ante alguien estaba tratando de ayudarme fue la luz al final del
túnel.
Reaccione.
Hacía
ya un año que había permitido que nos asentáramos en Seattle, sabía que no era
correcto pero quería estar lo más cerca de Bella que pudiese, ellos lo sabían
también pero la necesidad de dejar de ser nómadas los obligo a aceptar.
Si,
diez años han pasado ya desde que me aleje de Bella y no había dejado de pensar
en ella ni un solo día, minuto o segundo de todo ese tiempo.
Las
cosas eran más llevaderas en estos momentos, había recobrado algunos de mis
hábitos, hablaba más y con sentido que era algo notorio pero nunca había vuelto
a tocar el piano lo que entristecía mucho a Esme, era un miserable que hacia
infeliz a todos a mí alrededor.
No
sabía nada de Bella o de su vida, no había permitido a Alice espiar en su
futuro y al parecer me había obedecido ya que nunca leí nada sospechoso en su
mente, era como si nunca más hubiese podido verla.
Carlisle
había conseguido el puesto de director en un pequeño hospital de la zona, Esme
había abierto una empresa de decoración de interiores donde Rosalie, Emmett,
Jasper y Alice colaboraban con ella, evidentemente no por el dinero solo por
tener algo en lo que pasar sus días y esto era perfecto ya que la mayoría de
las casas en las que trabajaban estaban desocupadas durante las remodelaciones.
No
quisimos ingresar a ningún instituto, yo por relacionarme lo menos posible con
los humanos en estos momentos ya había tenido suficiente de relaciones humanas
para el resto de eternidad, ellos para tener la menor cantidad de lazos
posibles con la ciudad por si me daba por querer irme de un día para otro, lo
que se había hecho lo usual a esperar de mí.
Durante
el tiempo que llevábamos aquí todos los días quería correr a su encuentro
aunque fuese solo para volver a verla de lejos, no me importaba solo quería
saber que estaba bien, si era feliz.
En
más de una oportunidad incluso había comenzado a correr camino a Forks y a
mitad del camino daba vuelta y regresaba a casa arrepentido.
Para
ser vampiro me había vuelto bastante emocional, impulsivo y hasta tonto desde
que había conocido a Bella.
Me
daba terror saber que algo le hubiese pasado y yo no estuve a su lado para
protegerla pero más me asustaba encontrarla feliz, saber que ella me había
olvidado y yo seguía amándola como un idiota, mi lado egoísta siempre saliendo
a relucir.
Ese
día era diferente creo que ya había sentido todo el temor que había podido, por
un momento estuve seguro que había agotado todo el dolor que era posible sentir
en esta no vida mía, todo el miedo y la angustia se habían transformado en una
curiosidad masoquista, hoy iría a verla, sabría de ella, como estaba y si había logrado lo que yo no,
olvidarme.
Probablemente
me arrepentiría pero ya no dejaría pasar más tiempo, volvería para encarar las
consecuencias de mis decisiones fueran cuales fueran.
Ya
me encontraba en camino, había decidido todo de manera tan repentina que para
cuando Alice reaccionara ya estaría lo suficientemente lejos como para que no
pudiesen detenerme antes de verla.
Ya
nadie venia por mi apenas ella lo decía ya que siempre regresaba sin llegar a
mi destino, eso me daba aun mas ventaja.
Deje
el auto a las afueras del pueblo, de nuevo un volvo plateado por supuesto un
modelo mucho mas nuevo definitivamente sentía debilidad por la marca, debía
evitar que alguien que me hubiese conocido cuando vivíamos allí me viera, no
sería nada fácil explicar que no había cambiado en nada durante diez años,
también debía continuar respetando los límites del tratado que seguía vigente
con los Quileutes, por lo menos por nuestra parte.
No
me fue difícil encontrar su efluvio, ese aroma que me quemaba la garganta y que
jamás podría olvidar.
Lo
seguí para descubrir que era sumamente fuerte en los alrededores de La Push, ¿ahora
vivía en la reserva? y para mi asombro el olor de licántropo era insoportable
en la zona, los lobos Quileutes habían regresado.
Carlisle
encontraría esta información sumamente interesante, ahora debía tener mucho más
cuidado durante mi visita a la zona.
Un
millón de incógnitas pasaron por mi mente sin conocer ni remotamente la
respuesta a ninguna.
Me
mantuve entre los árboles, moviéndome sigilosamente entre las ramas y con el
viento en mí dirección llevando mi olor al bosque y no hacia la reserva, debía
evitar ser detectado por los lobos.
Seguí
su aroma hacia el pueblo y al estar más cerca no pude evitar querer verla,
sabia donde estaba pues su aroma inconfundible me lo decía pero quería verla
aunque fuese una vez más.
No
sabía cómo iba a reaccionar ni si podría mantenerme alejado una vez que la
viera.
¿Cómo
evitaría querer llevármela conmigo para no volver a separarme de ella nunca
más?
Como
era de esperarse en Forks el cielo estaba nublado y ya comenzaba a caer la
noche por lo que las sombras eran mis aliadas para llegar a ella.
Comencé
a saltar por los techos de las casas hasta estar a unas dos manzanas del sitio
donde sabía que estaba Bella, mi Bella.
Detecte
la superficie más alta en los alrededores y subí hasta allí, busque con la
mirada y más que por verla a ella reconocí el sitio al leer el nombre en el
letrero que se encontraba en la parte superior del local, no pude evitar
sonreír “Los libros de Bella”.
Ese
era el negocio perfecto para ella y además seguramente habían acabado con sus
quejas por la falta de una librería decente en Forks.
Para
un humano hubiese sido imposible distinguirla a esa distancia, pero yo la veía
claramente a través de la ventana en el frente de su tienda, se encontraba
detrás del mostrador atendiendo a alguien en quien ni siquiera perdí tiempo en
fijarme.
La
madurez le había sentado de maravilla se veía aun más hermosa de lo que la
recordaba con sus recién cumplidos veintiocho años, llevaba el cabello más
corto que la última vez que la había visto, era fácil de notar incluso cuando
lo tenía recogido en una coleta. Lo que
parecía ser un vestido de flores azules cubría la parte de su cuerpo que el
mostrador me permitía ver.
Estaba
radiante, era feliz y eso se notaba a leguas, aun sin conocerla como lo hacía
lo hubiese sabido de inmediato.
De
pronto un olor a lobo me llego de la dirección en la que estaba ella y me
sobresalte.
¿Qué
hacia un lobo allí? ¿Por qué precisamente cerca de Bella?
Oh
mi amor tú y tu mala suerte, pensé.
Aproveche
que el viento soplaba hacia mí y no llevaría mi olor al lobo para acercarme más,
si algo sucedía correría para ponerla a salvo, como deseaba mi lado egoísta que
el lobo atacara para poder estar a su lado.
La
voz de un niño llamo la atención de Bella, puse atención a las palabras que
salían de su boca
-
Tía
Bella ya llegamos - grito, tenia piel morena y cabello corto oscuro, corría
hacia ella con los brazos abiertos.
Ella
se movió y de pronto sentí como mi corazón dio un vuelco.
A
pesar de saber que esto era lo más probable, constatarlo era más difícil de lo
que nunca me hubiese imaginado.
Bella
salió de detrás del mostrador para recibir al chico entre sus brazos y entonces
lo vi, su vientre abultado de unos seis o siete meses, estaba embarazada.
Definitivamente
ella me había superado por completo y ahora era feliz, había tomado la decisión
correcta al irme y dejarla llevar su vida como humana, la vida que merecía.
-
Hola
Sammy - le dijo mientras lo abrazaba tiernamente, escuchar su voz fue algo tan
maravilloso, ese sonido evocaba recuerdos hermosos de nuestros momentos juntos,
de todo a lo que había renunciado al irme de aquí.
Aunque
yo nunca volviese a sentir nada habría valido la pena ella tenía todo aquello
que yo jamás podría darle Bella era feliz, era feliz, es feliz.
La
voz de otro niño y la creciente pestilencia a perro me sacaron de mis
divagaciones.
El
otro niño también corría hacia ella pero no la llamaba tía, la llamaba… mamá.
Era
un poco menos moreno y más joven que Sammy, como lo llamo Bella, con el cabello
más largo pero con los rasgos de los chicos de la reserva bien marcados, algo
me hizo amarlo en ese mismo instante, algo aparte del simple hecho de ser hijo
de ella, tenía sus ojos, aquellos ojos chocolate que tanto había añorado, los
ojos de Bella, de mi Bella que ya no era
mía y nunca lo sería o más bien nunca lo había sido.
-
Kiowa,
espera hijo deja de correr, te puedes caer - esa voz me era familiar, la había
escuchado con anterioridad aunque menos gruesa, juraría que era...
Busque
la fuente y lo reconocí de inmediato, en efecto no me había equivocado
era Jacob Black ahora de unos treinta años por lo menos parecía mayor que Bella,
las escenas de aquel chiquillo con el pelo largo que había revelado a Bella,
aun sin saber que era cierto, nuestro secreto vinieron a mi mente.
Llevaba
el pelo corto y por Dios como se había desarrollado, era inmenso en todo el
sentido de la palabra.
Aceleraba
el paso para dar alcance al pequeño al que acababa de llamar hijo, mis incógnitas
sobre el olor tan fuerte de Bella en la Push quedaron aclaradas, él era el
padre de su hijo y del que estaba en el vientre de Bella, el era su esposo, era
todo lo que yo nunca había sido ni podría ser jamás.
La
amaba tanto, casi tanto como yo, sus pensamientos hacia ella eran de adoración.
Ella, el pequeño Kiowa y su hijo por nacer eran su mundo, todo en su vida.
Todo
el rencor que pude sentir hacia el “perro” desapareció en cuanto comprendí
cuanto la amaba y era evidente que ella sentía lo mismo por él.
Levanto
al pequeño que reía divertido colocándolo sobre sus hombros mientras se
acercaba a Bella rodeándola con un brazo y besándola en los labios.
Aquella
escena haría estallar mi pecho en pedazos, todos los sentimientos que había
mantenido represados por estos años luchaban por salir a flote al mismo tiempo.
Lo
que más había deseado se me había cumplido, ella era feliz, eso solo demostraba
lo acertado de aquel dicho, ten cuidado con lo que desees porque puede hacerse
realidad.
Sentí
mi muerto corazón partirse, quise arrancármelo del pecho con mis propias manos,
lo que daría por poder llorar en aquel momento, llorar hasta secarme.
Bella
dio un brinquito, el bebe la había pateado y tomo la mano de Jacob colocándola
sobre su vientre para que el también lo sintiera.
El
sonrió no podía ser más feliz, en ese momento daría todo cuanto poseía por
estar en su lugar, nunca había sentido envidia de nadie pero hoy renunciaría a
cualquier cosa por ser Jacob Black, por ser el esposo de Bella, el padre de sus
hijos y su compañero hasta el fin de mis días.
De
pronto sentí una mano posarse sobre mi hombro, estaba tan abstraído en mis pensamientos
que ni me había dado cuenta que alguien se acercaba a mí.
Los
pensamientos de Alice y Jasper estaban llenos de compasión y aunque este último
trato de calmar un poco mis emociones, ni siquiera su poder logro sosegar mi
sufrimiento.
-
Será
mejor que nos vallamos Edward - pidió Alice con la mirada perdida en la misma
dirección que yo.
Sus
sentimientos eran tan ambiguos como los míos “No sé que decirte hermano, me
alegra que este bien y sea feliz pero sé que eso te lastima” pensaba.
-
Otros
lobos se acercan y no tardaran en dar con nuestro olor, lo mejor será
marcharnos - añadió Jasper tomando a Alice de la mano y esta a su vez a mí.
Me
deje llevar sin poner resistencia, di un último vistazo a Bella y su familia y
le dije adiós para siempre, no volvería a buscarla nunca más.
Me
detuve un segundo al escuchar lo que pensé sería imposible, nunca había puesto
atención a los bebes en el vientre de sus madres, quizás sería por el hecho de
que quisiera escuchar o leer todo lo que se encontraba alrededor de Bella o
quién sabe porque, pero estaba seguro que podía escuchar la mente del bebe en
su vientre.
Sus
inocentes pensamientos parecían reconocer las voces a su alrededor como parte
de su cotidianidad y sentía gran curiosidad por las imágenes que debían acompañarlas.
Era increíble lo diferente de su razonamiento, por llamarlo de algún modo,
estaba consciente de tener que salir de su acogedor nidito para poder verles y
quería hacerlo, lo expresaba con los golpecitos en el vientre de su madre a
quien ya amaba más que a nada.
Ya
aun sin haberle visto yo también le amaba, amaba al fruto de su amor con otro
hombre solo por lo mucho que le amaba a ella, amaba a aquella diminuta
personita que debía ser tan hermosa como su madre.
Volví
a mirarlos a todos y por un minuto compartí su alegría, el que ella fuese feliz
me había devuelto un poco de tranquilidad.
Mire
a Jacob, a Bella y su abultado vientre y por ultimo al pequeño Kiowa que seguía
sobre los hombros de su padre, me quede congelado y sentí la mano de Alice
tensarse alrededor de la mía, también lo había notado, Kiowa miraba directamente
en nuestra dirección con el ceño fruncido y ojos entrecerrados, eso debía ser
imposible pero podría jurar que nos estaba observando.
*****************************************************************************************
Hola mis amores, aquí yo de nuevo cada día mas enamorada de esta
historia.
Espero que les guste tanto como a mí que estoy orgullosísima de
ella jeje.
Dejen sus comentarios que me hacen súper feliz.
L@s quiero muchísimo,
Gaby Black.
9 comentarios:
Tú y tantas otras como yo ya estamos bajo el influjo de su hechizo. Tú sentir, tú maravillosa forma de hechizarnos. Besotes miles mi "reina de corazones"
Hermani
no se que poner, estoy tan triste
por Edward no me gusta verlo asi
tan ..."triste"
no me mal interpretes el capi es
B U E N I S I M O !!!
y me encanta porque se que esos
son exactamente los pensamientos
de Edward:
"si ella es feliz,
yo tambien (o casi)"
pero se que esta triste y
no me gusta que el este triste
y yo tambien me pongo triste
bueno pero tenia que pasar no?
Te Quiero Hermani!!!
.....* Gaby Cullen Black *.....
Pobre Edward u.u que es masoquista ¬¬
No puedo ver sufrir a mi Edward, no se que rumbo pueda tomar esta historia ya que Bella esta encinta de nuevo, que dolor, Edward te amoooooooo, besos,
Hey!!!! ¿como va Gaby???... que lindo capi,,,, me dió tristeza pobre Edward lo amo!!!!.... re lindo seguí escribiendo besos!!
Bueno yo soy una enamorada de la forma de ser de Edwuard por eso me entristece verle sufrir, pero esto es como la vida misma, no siempre salen las cosas como uno quiere, aunque a él si le han salido: su amor es feliz, no se puede pedir mas.
Gissella
mira te voy a desir la verdad; me encanta como escribes pero no me gusta la historia :( esuqe soy fans de la pareja Edward&Bella y lo demas y jacob con nessie... me large a llorar creo que me deje llevar jaja bueno tkm sige escribiendo asi ;)
mira te voy a desir la verdad; me encanta como escribes pero no me gusta la historia :( esuqe soy fans de la pareja Edward&Bella y lo demas y jacob con nessie... me large a llorar creo que me deje llevar jaja bueno tkm sige escribiendo asi ;)
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