FIC ABIERTO: Rescatando tu alma por Flawer Cullen

Capitulo 3  Tomando conciencia.

Cuando volví de la profunda inconsciencia, recordé de golpe lo que había pasado antes en esa habitación, trate de enfocar los ojos asustada de lo que hubiera pasado ¿acaso me desconectaron y ya estoy oficialmente muerta?

- ¡oh santo cielo que pasaría! - Trate de calmarme y  trate de enfocarme para sentir sensaciones o escuchar ruidos ¿donde está la vos de mi ángel?  

Empecé a desesperarme y a sentirme completamente infeliz.

Tratando de recordar que fue lo que hice para salir de mi cuerpo la última vez, trate y trate, después de un rato perdí  toda esperanza, de pronto escuche la voz más maravillosa que he escuchado, ¡¡mi ángel!! Y  fue cuando paso de nuevo al escuchar que decía que era hora de partir yo me sobresalte.

- ¡partir! ¿A dónde? - Me va a dejar, se va - no, no, no, no puede dejarme - grite desesperada y llore - ¡no me dejes llévame contigo! – suplique.

Yo Salí disparada de mi cuerpo y entonces lo vi que se quedo  helado ¿el me escucha? Oh ¡Santo cielo él me escucha!

Lo vi acercarse a mí  diciendo que no me dejaría que nos íbamos juntos y que nunca nos separaríamos.

- No temas mi vida, tú y yo nos vamos juntos, no temas – prometía.

Llore de emoción él podía escucharme, sí me lo proponía, solo tenía que concentrarme, desde ese momento trate con toda la fuerza que era capaz, para que él me escuchará pero no siempre lo conseguía.

Al pasar el tiempo yo estaba como un alma en pena,  siempre tras de él lo rodeaba todo el tiempo, solo cuando el salía de la habitación donde  estaba conmigo, no lo podía seguirlo yo no sé porque no podía acompañarlo y no se a donde iba, me daba curiosidad y sentía celos no sé si eso es algo raro por ser casi un fantasma.

Pero si eso era pecado entonces  yo no iría al cielo, por sentir ese tipo de sentimiento, pero no podía reprimirlo, pues  él era mi ángel mi mundo mi sol personal, estaba total e irremediablemente enamorada de mi ángel, después de algún tiempo supe que mi ángel se llamaba Edward y que tenía varios  hermanos y hermanas ellos venían a visitarme y me hablaban eran muy simpáticos y sus padres eran tan tiernos, también supe cómo nos conocimos, el me conto toda la historia pero nunca hablaba de lo que me paso de hecho nadie lo hacía y no sabía el por qué, pero siempre sentía que algo me faltaba, al no recordar quién era yo o que paso con mi familia o si tenía una, bueno tenía una madre que quería dejarme morir en ese caso era mejor no tener familia.

Quisiera recordar algo, solo algo,  además había varias cosas que no  entendía.

Había ocasiones en que él no podía oírme, ¡oh quizá no me escuche!  Tal vez  solo me sienta o presienta lo que yo estoy deseando, a veces parece como si leyera mi mente, pero no sé cómo hacerlo todo el tiempo.

¡Es frustrante!

El me consentía mucho, me hacia ejercicios, me leía me daba todo su tiempo no sé cuando dormía o comía porque nunca lo veía hacerlo.

Pero la parte más vergonzosa era cuando me daba los baños de tina y se metía conmigo yo sentía explotar de vergüenza y además sentía cosas raras en mi cuerpo.

Supongo que era mi alma la que sentía esos choques eléctricos y una excitación que no podía comprender,  ya que  mi cuerpo estaba prácticamente muerto.

Pero el cuerpo que tenía mi bello ángel estaba ¡para levantar muertos!

- ¿Quien no se ponía  a mil por hora con tal espectáculo? - y lo deseaba  con desesperación me gustaba su tacto, todo el tiempo me acariciaba me tocaba y yo lo disfrutaba,  creo  que él sentía  que  yo lo disfrutaba porque nunca dejaba de hacerlo y estoy segura de que él sentía lo mismo que yo.

Mi hora favorita del día era cuando me tocaba el piano y me cantaba una canción como de cuna, era realmente hermosa,  como  todo lo que él es en su  interior, era como el rey midas, porque todo lo que tocaba lo convertía en oro.

Así paso el tiempo, no tengo idea cuanto, estando como yo estaba no se sentía la noción de cuánto tiempo ha pasado, solo me daba una idea por los cambios de la ropa de la que ahora era y espero que sea siempre  mi familia.

Bueno fue hasta hoy cuando escuche a Carlisle, que decía que ya era la hora de desconectarme y de que mi ángel me dejara ir, el se enfureció, se puso triste, pasaron mil emociones por sus ojos que yo ya conocía tan bien.

- ¡Dios que voy hacer, no deseo que me desconecten!  ¡No quiero, no quiero!  Solo quiero estar con él, con mi ángel.  

Como demonios regreso a la vida, ¡¿Cómo?!

- Edward, Edward - comencé a gritar - no me dejes, mi amor por favor escúchame no me dejes, estoy aquí, te amo regrésame contigo -      

- ¡Oh Dios!  Edward mi ángel, óyeme estoy aquí, mi amor ¡TE AMO! - llore, llore y llore.

- Por favor, por favor óyeme mi ángel………-

Entonces volvió a suceder.

¡¿?!

- ¡GRACIAS A DIOS! - Me ha escuchado - ¡gracias mi amor gracias! -

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